Me enamoré de un volcán.
En todos sus estados.
Mi vida, mi tiempo, mis mil caminos.
Mi observación y apredizaje.
Los envolví en piel,
y fue un obsequio.
Entre lunas
y todos los rojos posibles,
hicimos el amor.
En ese: –Hola.
Vivo viva.
En la ceniza voy a escribir,
el arte efímero de amarte.
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